La Tomatina: la fiesta del tomate
El pueblo español de Buñol, tiene una larga historia que se remonta a más de 50 mil años. Sin embargo, en la actualidad es conocido por una fiesta que se festeja desde hace sólo 60: la Tomatina. Es uno de los días más célebres del calendario valenciano, en el que se lleva a cabo la lucha vegetal más grande del mundo con 30 mil personas y 200 toneladas de tomate. Si pensabas que tal cosa era imposible entérate en esta nota.
Buñol es una ciudad en el centro de Valencia y ha sido testigo fiel de la historia española. Ocupada por romanos, árabes, moros y franceses, las influencias extranjeras son apreciables en muchos de los edificios, pero también en pequeñas cosas de la vida diaria. Favorecida con el clima Mediterráneo, Buñol tiene muchos encantos que los turistas saben apreciar. A casi 350 metro de altura sobre el nivel del mar, son muchas las actividades que ofrecen sus sierras, arroyos y la increíble vista que se llega a tener desde la cima. Es un pueblo industrializado que no ha perdido el contacto con su tradición agrícola y que intenta equilibrar sus facciones antiguas con un mundo moderno y tecnológico. Es a finales de agosto cuando comienzan a llegar grandes contingentes de turistas. No es que el clima sea mejor en esa época del año, tampoco es el comienzo de un festival cultural… es el inicio de la Tomatina: una de las fiestas más divertidas de toda España y, por qué no, del mundo. Hacen falta sólo dos cosas para poder celebrar la Tomatina: muchos tomates y mucha gente. Los tomates los provee el ayuntamiento y la gente ya ha comenzado a llegar desde varios lugares para una guerra que durará sólo una hora, pero que será imborrable.
Las reglas de la Tomatina
Si pensaron que estaba todo permitido, casi aciertan. Pero la verdad es que para mantener el orden y evitar accidentes, se han establecido algunas reglas que todos deben seguir. Son fáciles de cumplir y más fáciles de aprender: - No está permitido ingresar con botellas de ningún tipo o con objetos que puedan producir accidentes.
- No está permitido romper camisetas.
- Los tomates deben ser aplastados antes de ser lanzados para que no dañen a nadie.
- Es de suma importancia estar atento al paso de los camiones.
- Al disparo de la segunda carcasa se debe dejar de lanzar tomates.
Una historia absurda
Como toda fiesta de pueblo, cada habitante contará su propia versión de los hechos. Nosotros elegimos contarles una de las versiones de cómo empezó la Tomatina; la menos increíble, pero la que más se acerca a la verdad. Corría el año 1945 y se estaba celebrando en el centro de la ciudad un desfile de “Gigantes y Cabezudos”. Parece que en esa época todos se peleaban por participar y disfrazarse. Según cuentan, un joven que quería ser parte del desfile, golpeó a uno de los que estaban disfrazados, tirándolo al suelo. Este hombre, totalmente indignado, comenzó a golpear a todo el mundo, iniciando una verdadera batalla campal. De pronto, a alguien se le ocurrió utilizar las verduras de un puesto de hortalizas cercano como munición y todos lo imitaron, abriendo los cajones de tomate que estaban en exhibición. Como siempre, el orden público se hizo presente y se multó a los revoltosos. Fue tan memorable el episodio que al año siguiente se congregaron en la plaza con una gran cantidad de cajones de tomates. Todo el pueblo participó de la ya conocida “Tomatina”, a pesar de la desaprobación del gobierno que año tras año, prohibía la batalla vegetal. En 1951 el Ayuntamiento prohibió el festejo y encarceló a algunos de los jóvenes participantes, sin embargo todo el pueblo se unió y pronto fueron absueltos. La fiesta se celebró sin restricciones hasta 1957, año en que los ciudadanos de Buñol se excedieron, utilizando no sólo tomates, sino también agua y todo tipo de verduras. Quieran o no, todo el pueblo era blanco del ataque. Se ve que muchos ciudadanos ilustres se lo tomaron a pecho. Ese mismo año se celebró, en honor a la Tomatina, el “entierro del tomate”. Un gran desfile fúnebre que recorría toda la ciudad exhibiendo un ataúd con un gran tomate dentro. Viendo el gran cariño de la gente hacia esta fiesta popular, en 1959 se permitió nuevamente la celebración de la Tomatina, incorporando algunas reglas. La principal fue que el gobierno se haría cargo tanto de la inauguración como del cierre de la fiesta, utilizando una carcasa y estaba totalmente prohibido arrojarse tomates antes o después de la fiesta.
Juegos, eventos y otras cosas
Dado que el momento de arrojarse tomates los unos a los otros dura sólo una hora, es lógico que la Tomatina se acompañe con otras actividades. Luego de lavarse y cambiarse la ropa, tendrán tiempo para asistir a algunos juegos que los harán retornar a su más tierna infancia. Las actividades más comunes son, en primer lugar, la carreras de sacos, o carreras de embolsados. En ellas unas cuantas personas introducen la parte inferior de su cuerpo en sacos de tela e intentan llegar a la meta, saltando. Otro juego tradicional son las “cucañas”, que se celebran en España en casi todas las fiestas populares. Para las cucañas es necesario el tronco de un árbol o un palo pulido. En la cima del palo se cuelga un trofeo, en este caso un jamón, y luego se enjabona toda la superficie de madera. El ganador es aquella persona que pueda subir el palo enjabonado y tomar el trofeo. Además de los juegos, los que vayan a Buñol en estas vísperas podrán probar las más sabrosas chocolatadas y escuchar a las charangas: bandas de las peña que les harás oír la mejor música popular española, a fuerza de metales y bombo.
La guía
• Fechas: 31 de agosto de 2005.
• Lugares: En la Plaza del Pueblo, Buñol, Valencia, España.
• Eventos con niños: Intente no participar con niños en la Tomatina. Ellos podrán asistir a las otras actividades, dentro del marco de esta fiesta.
• Movilidad: No hace falta contar con automóvil, ya que el evento se celebra únicamente en la Plaza del Pueblo.
• Boletos o entradas: El evento no tiene costo alguno.
• Recomendaciones: Si piensa pernoctar en Buñol, reserve el hospedaje con bastante anticipación, ya que la ciudad no cuenta con una gran capacidad hotelera.
• Cómo llegar a Buñol: Se puede llegar desde Valencia por carretera o tren. El trayecto más recomendable para acercarse a Buñol es desde Valencia, a través de la línea C-3 de trenes de Cercanías; o por la Autovía A-3, Valencia-Madrid.
• Ayuntamiento de Buñol: Tel. 96 250 01 51 - Fax 96 250 30 83 o por correo electrónico: ayuntamiento@lahoya.net
• Sitio Oficial del Ayuntamiento de Buñol: http://www.lahoya.net/ayuntamiento/
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